La Fiscalía General de la Nación y un juez de control de garantías tomaron una decisión drástica en torno al brutal caso de agresión que se dio a conocer el miércoles 24 de abril de 2024, pues una mujer fue acusada de golpear y torturar a su hijastro, un bebé de tan solo 15 meses de nacido.
Los hechos fueron denunciados por los vecinos, los cuales confirmaron que no era la primera vez que la violenta mujer arremetía en contra del niño, por lo que dieron su testimonio a las autoridades con el fin de que la agresora responda por sus actos en contra del menor de edad.
Ante la gravedad de esta situación, el ente judicial le imputó cargos a la madrastra por los delitos de tortura agravada y violencia intrafamiliar agravada y, aunque ella no los aceptó, el juez de control de garantías a cargo del caso le impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
Este nuevo suceso de maltrato infantil se presentó en el popular barrio Jardín de Arenales, ubicado en Girón, Santander, donde la violenta mujer sometía al menor a todo tipo de golpes y torturas. La situación empeoró en un lapso de tiempo comprendido entre el 21 de marzo y el 22 de abril, periodo en el cual los vecinos del sector comenzaron a percibir la situación.
“De acuerdo con la investigación, el niño llegó a vivir con ella en julio de 2023, después que su progenitora le cediera la custodia ante su incapacidad de poder mantener a un cuarto hijo”, indicó la Fiscalía mediante el expediente oficial del caso.
Pero esta no fue la mejor decisión, teniendo en cuenta que el menor de edad resultó siendo víctima de golpizas y otro tipo de ataques violentos por parte de su madrastra, por lo que los habitantes de la zona la denunciaron.
Estos testimonios fueron claves para que las autoridades pudieran intervenir y evitar que el pequeño se siguiera viendo afectado por las constantes torturas. Después de que la mujer quedara a disposición de las autoridades, el niño fue enviado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde los expertos realizaron la respectiva evaluación de su salud.
Después de que se adelantara esta valoración, el menor quedó en manos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), que se encargará de definir su situación, realizar el respectivo restablecimiento de derechos y garantizar que el niño esté protegido y no vuelva a pasar por este tipo de agresiones en su contra.
Lamentablemente, este no es el único caso de violencia intrafamiliar que se ha presentado en Santander en lo corrido de abril, pues un niño de nueve años fue brutalmente golpeado por su padre con el argumento de no haber atendido al llamado de sus familiares.
El hecho fue registrado en video por parte de los vecinos, que mostraron su indignación ante las acciones del agresor de 44 años, el cual fue capturado por las autoridades después de que los ciudadanos lo denunciaran por los hechos que ocurrieron el 14 de abril.
“Por parte del Grupo de Protección de la Infancia y Adolescencia trasladamos al niño a la Comisaría La Joya, donde mediante informe dejamos a disposición al niño para que se le verifiquen y restablezcan sus derechos”, indicó el reporte oficial de la Policía local.
Entre tanto, las autoridades destacaron la importancia de la colaboración de la comunidad para que los delincuentes que agreden a sus hijos sean capturados, por lo que se instó a los ciudadanos a reportar cualquier tipo de maltrato del que tengan conocimiento, puesto que estos ataques podrían terminar en la muerte de los menores, como ya ha ocurrido en el país, o en lesiones físicas de por vida para los niños.
